sábado, 29 de julio de 2017

Retrato de Jennie - Nada muere, todo cambia



 Desde siempre, el hombre ha mirado los confines del infinito y se ha planteado las eternas preguntas: ¿Qué es el tiempo? ¿Qué es el espacio? ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte?

'Quién sabe si morir no es vivir
y si aquello a lo que los mortales llaman vida
no es sino la muerte?'
Eurípides

Durante muchas civilizaciones, filósofos y científicos han ofrecido respuestas, pero seguimos desconcertados porque cada alma humana debe encontrar el secreto en su propia fe. La leyenda inquietante del 'Retrato de Jennie' se basa en los dos ingredientes de la fe: Verdad y Esperanza. Ese retrato se exhibe en el Museo Metropolitano de Nueva York. Y existió una joven llamada Jennie que posó para que la retrataran. Eso es verdad. En cuanto al resto, la ciencia nos dice que nada muere, sino que se transforma. Que no siquiera el tiempo pasa, describe curvas a nuestro alrededor. Y que el pasado y el futuro están juntos con nosotros, para siempre. De las sombras del conocimiento y de un cuadro que cuelga en un museo surge nuestra historia. Si es verdad o no, no se lo dirá esta pantalla, sino su corazón.

' La belleza es verdad, la verdad belleza,
eso es lo único que sabéis en la Tierra,
y lo único que necesitáis saber.'
Keats

Y ahora 'El Retrato de Jennie' 


jueves, 27 de julio de 2017

El fantasma y la Sra. Muir - Una relación etérea



Durante los años 40, tuvo su apogeo en Hollywood y Europa la llamada "fantasía romántica' y que llevó a la gran pantalla a fantasmas amigables y personas muertas que volvían a la vida de manera espectral. En Estados Unidos triunfaban películas como 'Agárrame ese fantasma' (1941), 'El fantasma huye' (1946) y 'Abbott y Costello contra los fantasmas' (1948), que protagonizaban la popular pareja cómica Abbott y Costello. Fue una década dificil debido a la guerra y la muerte en el cine podía idealizarse de esa manera romántica. Grandes ejemplos, aparte de la que voy a comentar, 'El fantasma y la Sra. Muir' pueden ser 'Dos en el cielo' (1943), 'El Diablo dijo no (1943), 'Retrato de Jennie' (1948), 'El difunto protesta' (1941), etc. Y al otro lado del Atlántico 'A vida o muerte' (1946) y 'Un espíritu burlón' (1945).

martes, 25 de julio de 2017

Sólo los ángeles tienen alas - La aventura de volar


1933. Howard Hawks se encuentra en México preparando la producción de 'Viva Villa', una película  de la que fue despedido por no testificar sobre un incidente cometido por el actor  Lee Tracy. Mientras estaba en tierras mexicanas, descubre una pequeña ciudad junto con un aeropuerto. Allí los pilotos trabajan para una compañía de correo aéreo. Su único objetivo es asegurar las entregas y disfrutar de cada momento sin importar el riesgo. Conocido por su carácter aventurero, Hawks pensó en trasladar la historia de estos hombres a la gran pantalla y escribió un primer guión llamado 'Pilot Number Four'. Los estudios donde presentó Hawks este guión dieron su negativa a producirlo. Así que entró en contacto con Jules Furthman para que enriqueciera y diera una forma más atractivo a su guión. Aún así hasta años después no pudo llevar a cabo este proyecto, dirigiendo películas como 'La fiera de mi niña', en la cual ya tuvo una primera toma de contacto con la futura estrella de ese proyecto: Cary Grant.

domingo, 23 de julio de 2017

Amarga Victoria - Una luz entre la sombras



Cualquier cinéfilo que se precie, sabe que 1939 fue un año crucial para el cine. Es posible que algunos cataloguen ese año como el mejor de la historia del cine. Fue un año en el que hubo de todo: Películas míticas como 'Lo que el viento se llevó', producciones fantásticas como 'El mago de oz', westerns que marcaron tendencias como 'La Diligencia', comedias deliciosas como 'Medianoche', obras cumbres del cine de aventuras como 'Beau Geste' y 'Las cuatro plumas'. De hecho cualquiera de esas películas, muchas de ellas nominadas incluso, podrían haber ganado el Oscar y no hubiera sido injusto. El mismo caso con directores, actores y actrices. En esta última categoría la competencia fue brutal. Y finalmente lo ganó Vivien Leigh por 'Lo que el viento se llevó'. Y entre esas nominadas destacaba Bette Davis por 'Amarga Victoria'. Una interpretación que si quizás no se hubiera realizado en 1939 habría supuesto el  tercer oscar casi consecutivo de la propia Davis. Y posiblemente la película habría tenido una mayor consideración.

jueves, 20 de julio de 2017

'Dunquerque', crónica de una angustia


Entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940, tuvo lugar en Dunquerque una de las mayores muestras de humanidad y unidad de la historia del homo sapiens, como suena. Algo que muy probablemente es criticado sin piedad por todos aquellos que necesitan politizar absolutamente todo, utilizando alegremente la palabra "patriotismo" como si conocieran su significado.

Los aliados fueron acorralados en la playa francesa. Más de 300.000 soldados constantemente acosados, vía tierra y aire, por el ejército alemán, y con muy pocas posibilidades de salir con vida de allí. Recibieron la ayuda de la población civil. Con numerosas embarcaciones ayudaron a trasladar a soldados a los barcos más cercanos, mientras esperaban la decisiva ayuda militar. El todopoderoso Christopher Nolan se ha marcado una película sobre el asunto en cuestión. Mucho se ha escrito sobre sus influencias y herencias a la hora de narrar lo sucedido en una batalla archifamosa dentro de la Segunda Guerra Mundial, pero no tratada de pleno en el cine, salvo esta cinta de 1958, dirigida por Leslie Norman, y que muchos parecen haber obviado, incluido el propio Nolan, que además es británico.

martes, 18 de julio de 2017

Trono de Sangre - La tragedia de una ambición.


Durante los años de la posguerra el cine histórico o el llamado 'Jidaigeki' era un género prácticamente olvidado dentro del cine japonés. Sin embargo en 1950, Akira Kurosawa le devolvió de nuevo su esplendor con 'Rashomon', una película muy exitosa en el extranjero. De hecho ganó el León de Oro en Venecia y el Oscar a la Mejor Película Extranjera. En 1954, Kurosawa rodó 'Los siete samuráis', tal vez la obra cumbre de su filmografía, donde el espectador occidental vió una película menos mística que 'Rashomon' aunque rodada con una maestría increíble. Y en 1957 Kurosawa rompió aún más las barreras culturales entre oriente y occidente con una adaptación de una obra de William Shakespeare: 'MacBeth'.  La pasión de Kurosawa por la cultura occidental no era nada nuevo. Desde muy joven había admirado los trabajos de John Ford, Fritz Lang, Luis Buñuel, Jean Renoir, Charles Chaplin y F.W. Murnau. Esta apertura al mundo occidental fue parte del éxito de la película de Kurosawa pero también provocó la ira de muchos críticos japoneses. Ya en 1951, Kurosawa había adaptado otra obra occidental, esta vez de Dostoievski con 'El idiota' y en 1957 repetiría con otro escritor ruso, Maxim Gorky, adaptando 'Bajos fondos'. Pero a pesar de que 'Trono de sangre' venía de un material originalmente no japonés, Kurosawa supo adaptarlo perfectamente a su cultura nipona.

Los asesinos de la luna - Nación de codicia, avaricia y violencia

  1921. Tulsa, Oklahoma. Un incidente entre un limpiabotas negro y una chica blanca desemboca en una batalla campal como más de 400 muertos,...